Aplidín es la referencia comercial de la Plitidepsina, que tiene origen marino y que se obtiene de la ascidia Aplidium albicans. Las ascidias son animales invertebrados, como las esponjas o los corales.
Hay medio millón de especies diferentes de virus marinos 2 y los animales que viven en las profundidades marinas han ido generando a lo largo de siglos de evolución unos antivirales naturales que les han permitido subsistir. Es el caso de esta Aplidium albicans.
Se puede encontrar como Aplidín, Aplidina, Plitidepsín o Plitidepsina. Es un fármaco de Pharmamar, estudiado inicialmente como antitumoral. Ya antes de declararse el Covid-19 como pandemia por parte de la OMS, Pharmamar comenzó a testar algunos de sus antitumorales de origen marino para analizar la posibilidad de que alguno de ellos fuera efectivo como antiviral. Las pruebas apuntaron a Aplidín, un fármaco indicado para tratar el mieloma múltiple.
Aplidium Albicans
Por todo lo anterior, PharmaMar puso el foco enseguida en la posibilidad de combatir el COVID-19 mediante este fármaco.
Los estudios in vitro de Aplidín para el coronavirus humano HCoV-229E -que tiene un mecanismo de multiplicación y propagación muy similar al Covid19- realizados por científicos del Centro Nacional de Biotecnología del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ofrecieron "resultados positivos", lo que llevó al grupo a solicitar al Gobierno autorización para realizar ensayo clínico en humanos.
Esta molécula de origen marino cuenta con el respaldo de expertos como el doctor Luis Enjuanes, jefe del departamento de investigaciones científicas sobre el coronavirus del CSIC, considerado entre los diez virólogos más importantes a nivel internacional y el también reputado virólogo Adolfo García-Sastre, director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes del Hospital Monte Sinaí de Nueva York. También con el apoyo de los estudios del Instituto Pasteur y la farmacéutica Boryung, socio de PharmaMar en Corea del Sur. De la misma opinión es Nevan Krogan, profesor y director en el Quantitative Biosciences Institute, University of California, San Francisco e investigador principal en los Institutos J. David Gladstone.
En los estudios in vitro llevados a cabo se habla de potencia nanomolar (frente a potencia micromolar de la mayoría de los antivirales), y de una potencia 2.800 veces superior al Remdesivir (único fármaco aprobado actualmente para tratamiento del COVID-19).
3 El 23 de julio, Luis Enjuanes en los Cursos de Verano U.C.M habla del uso del Aplidín por primera vez sobre pacientes de COVID-19. Se utilizó como modo compasivo en tres pacientes muy graves y dos de ellos consiguieron salvarse y recuperarse en pocos días.
El 16 de octubre, Pharmamar presenta resultados del estudio fase I/II, habiéndose conseguido el objetivo primario de seguridad (nulos o mínimos efectos secundarios) y objetivo secundario de eficacia (funciona!!!). El estudio ha demostrado una notable reducción de la carga viral en los pacientes entre los días 4 y 7 posteriores al inicio del tratamiento. A día 30, ninguno de los pacientes tratados había desarrollado síntomas o signos derivados de la infección por COVID-19. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha autorizado permitir el acceso al tratamiento a aquellos pacientes que lo necesiten, a la espera del siguiente paso, que es la realización de una fase III previa a su comercialización y uso masivo.